jueves, 9 de agosto de 2012

RESEÑA DEL CONCIERTO DEL 20 DE JULIO EN EL FESTIVAL DE JAZZ DE SAN SEBASTIÁN

Juan Luis Etxeberria

Un tribulete cultural digital

Jazzaldia 2012: Pura elegancia bajo el sol

21jul
2012
Náutico: Dícese del zapato ligero utilizado en ocasiones informales. Con suela de goma, este calzado se creó a principios del siglo XX. Como nuestro Náutico, el emblemático edificio de Aizpurua /Labayen situado en la entrada del puerto donostiarra, construído en 1905.
En sus terrazas públicas ya se han asentado las carpas que el Jazzaldia ha montado los últimos años. Espacio en el que DJs y bandas en pequeño formato amenizan las tardes a los numerosos presentes. Si acompaña el sol, como sucedió ayer, las vistas de la bahía pueden emplearse para dejar descansar la vista en el horizonte de manera inmejorable. De ello puede dar fe Hyperpotamus, el madrileño que actúa esta noche en San Telmo y que, refresco en mano, paseaba por el lugar.
Los náuticos llevan suela antideslizante. Quien sabe si para que el respetable no trastabillara sus bailes ante las músicas del neoyorquino Nickodemus, quien vino acompañado de un saxofonista. O por las energías desprendidas de las canciones lanzadas por los posteriores Dj Arka y DJ Makala (un hombre feliz tras haberse desfogado la noche anterior con su Jazz Funk Band en el Be Bop capitalino). Tonos cálidos y sabrosos, caribeños, latinos, africanos, brasileños. Latitudes de clima templado en las que suele ser habitual, acertaron, el uso de los zapatos náuticos.
Esta idea bautizada como ‘Nauticool’ se estira hasta el domingo. Y si en su plan de hoy está pasar por la zona, apunten al menos un nombre: DJ Punko. En la maleta de este donostiarra viajan algunos de los mejores singles de raíz negra. Si prefieren música interpretada en vivo y con aires jazzeros, Jazz Triangle puede ser la respuesta que buscan. O AupaQuartet, cuarteto de cuerda cuyos miembros forman parte de esos Et Incarnatus que acompañan a Antony en su cita donostiarra.

Seguimos nuestro caminar, y dirigimos nuestro calzado hacia la zona de las terrazas, complementando el donostiarrismo escénico con el ejecutante. La Big Band de nuestra activa Escuela de Música y Danza de San Sebastián actuaba en el Escenario Frigo. Sus 18 integrantes defendieron con maestría las enseñanzas de Glenn Miller recuperando otros estilos más alejados. Con una maestra de ceremonias, Pili Guerra, que hizo honor a su apellido buscando agitar a los presentes. Bajo la batuta de Juantxo Zeberio, hubo espacio para el swing, la bossa o ese cierre con ‘ The Letter’, el éxito rockero que Alex Chilton escribió con apenas 16 años.
En el escenario Coca Cola, Jonathan Hurtado ofrecía un concierto excelso. Con la sola compañía de un piano, el bilbaíno interpretó deliciosos pasajes llenos de vida, haciendo hablar al piano con un lenguaje casi humano. Ensoñador con momentos más contemporáneos y juguetones, sin apenas histrionismos ejecutantes, sus piezas fueron preciosas historias sin palabras.
Calzados ya con la rebequita de rigor norteño nos dirigimos a la Terraza Heineken, donde la asociación de los bordeleses Post Image con el cantante galés John Greaves funcionó a las mil maravillas. Acaban de sacar un disco a medias, de título ‘In An English Garden’, que fue esqueleto de una actuación capitaneada por el cantar medio hablado medio exhortado de Graves.
El suyo fue un momento impactante y experimental. Sin llegar a extremismos, como bien lo indica el hecho de que los niños que poblaban la hierba artificial de esta zona mantuvieran su trasero quieto buena parte del concierto. Las versiones de Charles Chaplin y Nick Drake acercaron sus matices a los oídos menos aventureros. Post Image y John Greaves supieron llevar el Things Behind The Sun del británico hacia su terreno con la maestría esperada.
Nos morimos de ganas de contarles los aplausos ‘indies’ que seguro se llevaron Zola Jesus o el inconmensurable Dan Bejar, autor al frente de la banda Destroyer. O las actuaciones del sorprendente Matt Savage Trio y la joven North Atlantic Jazz Connection. Por no hablar de los paseos guitarreros de David Espinós, navegando entre música de películas y canciones de gran éxito con gran apertura de miras. Pero nos quedamos sin espacio. Y sin tiempo. Las urgencias del cierre retrasan nuestras letras a la edición de mañana de este suplemento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario